El amor lo cura todo...el amor a uno mismo, sobre todo...claro. Pero es que hay muchas veces que lo buscamos, por naturaleza, fuera de nosotros. Es parte del ser humanos. Lo que pasa es que muchas veces nos dejamos llevar o reaccionar a críticas, cizañas, traiciones, envidias, y juzgamos y nos dejamos afectar por las acciones de los demás.
No creo que existe un ser humano con malas intenciones, simplemente son quienes son, defectos todos tenemos, y cada quien vive con sus propios complejos e inseguridades. El hecho de que algunos lo desquiten o intenten trasladar a nuestro ser porque hay una conexión sentimental (o de extrema fijación hacia nuestra persona) siempre va a existir, y solo está en nosotros el ser o no reactivos a dichos ataques o actos egoístas.
Nada jamás es personal, y eso es algo fácil de decir pero difícil de recordar, especialmente en el momento cuando se nos enfrenta con dicha cizaña o nos enteramos de los hechos negativos que nos afectan.
Siempre he leído y, por intuición, creído, que la mejor manera de lidiar con una persona que nos intenta hacer daño (aunque sea indirectamente o "sin querer") es pensar en todo lo bueno de esa persona. Sus cualidades, recordar los buenos momentos que llegamos o hemos pasado a su lado, sus virtudes, su sonrisa, los actos de amor y cariño que alguna vez si compartimos... respetar el hecho de que, como uno mismo, nacieron y llegaron a este mundo con un propósito que cumplir, y que están pasando por lecciones, y no todos aprendemos de la misma manera.
Pensar en como lo que hacen para herirnos, aunque no lo hagan adrede, no logra mas que herirlos a ellos mismos. Pensar que su esencia es divina y que lo demás: lo físico y tangible que escuchamos, vemos, sentimos y leemos no es más que una ilusión. Nuestra responsabilidad por libre albedrío en el mundo es creer solamente la ilusión positiva, pues es la única que nos traerá beneficios, crecimiento, paz y grandeza humana.
En cuanto a la gente con la que nunca hemos compartido lindas experiencias y se nos acercan para intentar herirnos por cizaña o envidia, lo mismo. Hay que verlos por medio de un lente rosa, pensar en que su ataque hacia nosotros no es personal, y mas el producto de sus propias inseguridades y complejos, y hay que pedir el bien para sus corazones, para que se libren de eso que los ata y motiva a querer traspasar su energía negativa a nosotros.
No voy a mentir y decir que no me veo afectada cuando me han intentado atacar, cuando me han traicionado, cuando he visto un acto de crueldad, cuando me han metido hielos en la cartera para arruinar mis pertenencias (literalmente jaja)...o cuando he sentido miradas de reojo con malas intenciones sin yo haber dañado a nadie, y lo hacen ya sea por envidia o por maldad...esas cosas suceden, pero hay que saberse más grandes que eso.
Nada es personal, y esas personas en el fondo solamente necesitan mucho amor, aunque no se permitan recibirlo, ese no es nuestro problema, y lo mejor que podemos hacer es alejarnos y permitirles aprender a su propia manera, ya sea dura o fácil, eso no nos pertenece. Pero siempre con la cara en alto, sintiendo un tremendo amor hacia todos por el simple hecho de ser hijos de Dios, no hay mas que desearles lo mejor, verlos y desearles que les lleguen muchas bendiciones para que el odio /envidia /resentimiento o complejos que vivan en su corazón se derritan, y respetarlos.
Esto no quiere decir que hay que aguantar, soportar o dejarse maltratar por los demás. Solo aléjate, perdona y no reacciones. No merecen tu coraje, no merecen tus lágrimas ni merecen tu tristeza. A final de cuentas lo hacen porque eso buscan: tu reacción. Y en el momento en el que nos hacen daño, solo es bueno recordar mientras sentimos el dolor y la ofensa, que no es personal, y verlos con ojos de amor, y recordar todo lo bonito de esa persona, desearles lo mejor de corazón, y alejarse.
Ellos algún día se acercarán a ti, porque el sentir perdón y compasión hacia los que nos perjudican crea milagros, y si no se acercan, el milagro de todas formas ya se manifestó en tu corazón. El perdón lo cura todo. Y es que hay que caminar por la vida con gracia, respeto al prójimo y una certidumbre enorme de que nadie nos puede hacer daño siempre y cuando recordemos esto. Dios siempre ve por nosotros, y hay que rodearnos nada mas de gente que nos traiga bien...buenos sentimientos, buenos pensamientos, buenas experiencias y vivencias. Lo demás siempre existirá, y cuando el ataque nos toque....recuerden....nunca es personal, solo hay que alejarnos y verlos por medio de un lente de amor. El amor lo sana todo! El amor y el perdón derrite enemistades, y atrae a gente que realmente nos valorarará y respetará.
Feliz Domingo! :)
Y lo mejor para esta semana...
-Priscila-